
La traducción de textos es un ejercicio humano que no puede ser remplazado por la IA: Investigadora
La Inteligencia Artificial (IA) ha buscado mejorar y hacer más eficientes los procesos de traducción de los textos, sin embargo, siempre será necesario el factor humano para que esta interpretación de escritos de un idioma a otro sea fiel y transmita lo que el autor desea, buscando una comunicación más óptima, así lo comentó la profesora e investigadora de la Unidad de Investigación sobre Representaciones Culturales y Sociales UNAM (UDIR), Caterina Camastra.
La catedrática universitaria consideró que, frente a las nuevas tecnologías en este ámbito de interpretación de un idioma a otro, quienes se dedican a la traducción de textos tienen el compromiso de profesionalizarse para así, contribuir a que este ejercicio no quede en manos cien por ciento de una IA que podría no generar textos fidedignos e, incluso, con contenido inexacto o re significando frases o palabras.
“Hay un riesgo de que diga mentiras llanas y simples, por ejemplo, la frase -carcomerse cangrejos- no sólo no significa nada, no es una expresión coloquial, ni formal, es un disparate, pero la Inteligencia Artificial en su afán de responder inventa significados como que esta frase (carcomerse cangrejos) se utiliza en el español para referirse a una relación de pareja conflictiva, lo que no es real. Por ello es que nunca una IA podrá estar a la altura del factor humano en temas de traducción”, puntualizó.
Otra reflexión, en cuanto al ejercicio de la traducción, es la capacidad de dar matices a los textos y, con ello, generar lecturas que puedan ser del disfrute de las y los lectores “un algoritmo no llega o no iguala al cerebro humano, el nivel de refinamiento es superior, lo que nos hace saber que un texto tenga ese sentimiento que nos quiera hacer conocer el autor o la autora”, dijo Camastra.
Por lo anterior, la investigadora de la UDIR UNAM Morelia, consideró que lejos de que los traductores humanos puedan verse reemplazados por las IA, cada vez serán más importante ya que, ante el multilingüismo de la humanidad, la traducción será una actividad que hará falta, por lo que un software, algoritmo o inteligencia artificial “no llega a los talones a la capacidad de razonamiento complejo de un cerebro humano”, apuntó.
También recordó que la Unidad de Investigación sobre Representaciones Culturales y Sociales UNAM (UDIR) tiene una oferta constante de formación en traducción, en colaboración con la Asociación Mexicana de Traductores Literarios A.C. AMETLI, esto en el ánimo de dotar de herramientas a las y los profesionales de esta actividad.
Por lo que invitó a quien o quienes buscan mantener esta actividad a profesionalizarse y así, continuar con la tarea de dar sentido humano a los textos que se transmiten de una lengua a otra, siempre de manera fidedigna y en gusto de los lectores.
